¿De donde vienen los orígenes de Halloween?


Aunque no celebres esta fiesta, seguro que conoces muchos de los símbolos, tradiciones y adornos de Halloween: calabazas talladas, disfraces de miedo, «truco o trato» … ¿Pero sabes de dónde vienen?

Halloween se originó como una fiesta celta llamada Samhain (Sami en Galicia), que se deriva del irlandés antiguo y significa «final del verano» y marca el paso a los meses más oscuros y el fin de la temporada de cosechas en Irlanda.

Los celtas creían que esa noche era perfecta para todo tipo de hechizos, magia, adivinación y actividad paranormal. Además, creían que durante esa noche las almas de los muertos regresaban, por lo que se les colocaban alimentos afuera de las casas para apaciguarlos. Los romanos asimilaron la fiesta con su fiesta de la cosecha en honor a la diosa Pomona, fusionando estas dos tradiciones con el ritual de los muertos del imperio.

A finales de los 1970 y a principios de los 1980 gracias al cine y a las series de televisión. La cultura audiovisual norteamericana dio a conocer al mundo entero esa particular celebración, derivada de una mezcla de muchas tradiciones que los inmigrantes llevaron a Estados Unidos.

La celebración actual de la Noche de Brujas no tiene nada que ver con sus orígenes. De ellos solo ha quedado el hecho de la celebración de los muertos, pero con un carácter totalmente distinto. Teniendo una cuantiosa influencia en muchas culturas durante siglos, desde los romanos, en el festival celta de Samhain, a las fiestas cristianas de Todos los Santos.

En cuanto a su famosa decoración y tradición de disfraces aterradores, se cree que el uso de trajes de miedo y máscaras se debe a la necesidad de expulsar los espíritus malignos. Las calabazas, del vínculo entre Halloween y el Jack-o-lantern, la calabaza tallada e iluminada, desciende directamente de leyendas y tradiciones británicas. El «dulce o truco» uno de los últimos elementos asociado a la celebración, comenzó a ser popular y se difundió después de la campaña Trick-or-Treat para la UNICEF en 1950.

Comercialmente, La Noche de Brujas significa un repunte en la actividad antes de que llegue Navidad. La creciente popularidad de Halloween invita a que los comercios organicen iniciativas a su actividad habitual para aumentar sus ventas y fidelizar clientes. Se ha convertido en una gran oportunidad comercial para ganar dinero con la venta de caramelos, disfraces y objetos relacionados.

Es una fiesta para divertirnos y para dejar de ser quienes somos por tan sólo unas horas. A pesar de los cambios y las tradiciones solo nos queda pasar una noche de miedo con mucha gracia, preparar un disfraz terrorífico y disfrutar.

¡Feliz Halloween!